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Año de publicación: 2023

Programa de mitigación de riesgo climático y manejo eficiente de recursos hídricos de la provincia de Mendoza


Resumen

Uno de los problemas recurrentes y estructurales para la agricultura de Mendoza es la incidencia de los accidentes climáticos, especialmente granizo y heladas, y más recientemente la sequía, que inciden notoriamente sobre los rendimientos de los cultivos, disminuyendo su rentabilidad.
Si bien existen mecanismos para proteger los cultivos de esas contingencias y de administrar el agua en forma eficiente, se requieren normalmente fuertes inversiones intra prediales que son muy difíciles de acceder para los productores que se encuentran desfinanciados y con márgenes de rentabilidad escuetos dados justamente por el círculo vicioso de accidente climático/baja rentabilidad/falta de inversión.
En el contexto argentino, acceder al sistema de créditos convencional es muy difícil para los productores agropecuarios de Mendoza, ya que la rentabilidad exigida para un contexto inflacionario como el actual en el sistema financiero privado es muy alto al compararse con otras actividades cuyo riesgo es menor y ofrecen una rentabilidad superior (especialmente frente a inversiones financieras). A ello se suma la dificultad por parte de los productores de acceso por desconocimiento de procedimientos y requisitos administrativos.
Es por ello que, se decidió avanzar en una línea crediticia específica por parte del CFI, para la instalación de sistemas que mitiguen los accidentes climáticos (tela antigranizo, sistemas de defensa activos contra heladas) o sistemas de riego presurizados, de manera de facilitar a los productores, el romper el círculo vicioso de la falta de inversiones y asegurar la producción y la rentabilidad requerida.Para ello se dispuso de un fondo de 500 millones de pesos que se afectaron a esta línea de crédito.
En paralelo se planteó la necesidad de armar un equipo de trabajo que, al menos inicialmente, realice la difusión de la línea, la promoción entre los interesados y asista en la formulación a los productores, de manera de no solo ayudarles con la presentación formal de las solicitudes, sino también asesorar acerca de las mejores inversiones a realizar con dichos fondos y las prácticas agronómicas que potencien las mismas.
Para ello se contrataron técnicos de campo y una mínima dotación en gabinete de economista y soporte administrativo. Se avanzó en la definición de modelos de costos y rentabilidad para algunos cultivos tomados como ejemplo, a los cuales se les analizó la rentabilidad mediante un manejo tradicional vs. propuestos de tecnología.



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